Es así de sencillo. Sin haber llegado a los cuatro meses y con un simple alehoop, lo consiguió. No sabemos cómo ni de qué manera, pero lo hizo. No le teníamos controlados más intentos, pero seguro que no le salió a la primera, por lo que debemos investigar qué hace por las noches.
Estaba en su gimnasio para bebés, made in Ikea, estirado intentando coger un sol, un avión, un globo o cualquier otro objeto volador sin identificar. Me despisté un momento, un pequeño instante y... cuando volví a mirar, ya lo había hecho: se había girado él solito. Alehoop, se colocó boca abajo y venga reirse. Poner las dos manos delante, eso ya le costó un poquito más.
La primera pirueta la realizó justo la semana que lo habíamos puesto a dormir en su habitación (es éste un indicativo de cómo van a ser de oportunos sus cambios??), y claro...cómo voy a poder dormir? Y si se gira por la noche y no sabe voltearse después? Y si se queda dormido boca abajo y ....
Como resultado de estas cavilaciones, las dos primeras noches las pasé despierta, mirando sin ser vista, intentando controlar una situación, que él tenía más que controlada. El bebé quería dormir boca abajo, en la posició de lucha grecorromana, brazos y piernas abiertas, chupe cerca y cabeza de lado.
Su primer alehoooop, nos dejó con la boca abierta, y la certeza que cuando se propone algo sus cuatro meses no son un obstáculo. Constante y discreto consiguió lo que deseaba.
Qué otra pirueta nos está preparando?
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